La mitad del mundo




A 15 kilómetros de Quito, la capital ecuatoriana, uno puede colocar un pie en cada hemisferio y sonreír alegremente para la foto. También hacer la prueba del huevo sostenido sobre un clavo y la del Efecto Coriolis: vaciar el tapón de un lavabo y ver en qué sentido gira el agua en una mitad del planeta u otra. Son las cosas del centro de la Tierra. O Paralelo Cero. O Latitud 0º 0' 0".


ISABEL GARCÍA. Aquí uno puede decir alegremente que pesa cuatro kilos menos que en cualquier otro punto del planeta. Cosas de la Ley de Newton. También se hace realidad aquello de que, si quitas el tapón del lavabo, el agua gira en un sentido si estás en el hemisferio norte (como las agujas del reloj, para ser exactos) y en el contrario si te encuentras en el del sur. Pero si estás en el medio de los dos, el líquido elemento cae verticalmente, a plomo. Efecto Coriolis se llama. Comprobado in situ. Falta la prueba total, la del más difícil todavía. Es decir, la del huevo, que se traduce en conseguir que el alimento en cuestión, bien fresco, eso sí, se sostenga tranquilamente sobre un clavo.

En la Latitud 0º 0' 0".
En la Latitud 0º 0' 0".
Si lo lográ se llevará a casa su diploma con la ubicación exacta del lugar: el Paralelo Cero. O Latitud 0º 0º 0". O el mismísmo centro de la Tierra. O el ecuador. Que por algo se llama así el país andino que nos ocupa. Ya puestos, nadie se olvida de hacerse la mítica foto poniendo un pie a cado lado de la línea equinoccial, pintada de amarillo, para más datos. O hacer como que uno sostiene con sus manos el globo terráqueo que corona el tremendo obelisco conmemorativo.

Son los parámetros de la Ciudad Mitad del Mundo (nombre literal), plantada a unos 15 kilómetros al norte de Quito , la capital ecuatoriana. Allí dijeron los quitus (etnia local anterior a los incas que dio nombre a la urbe) que estaba el centro centro, al que llamaron Inty-ñan. O «Camino del Sol». Luego (1735) llegaría la Primera Misión Geodésica Francesa. O para entendernos, las exahustivas mediciones del geográfo Charles Marie de la Condomine, que volvió a confirmar que sí, que la mitad del planeta estaba justo ahí.

La Ciudad Mitad del Mundo.
La Ciudad Mitad del Mundo.
Hizo falta que pasaran 200 años para que se levantara un monumento conmemorativo de 10 metros de altura en aquel lugar. Y unos cuantos más (1979) para que se desmontara la teoría: la comunidad científica internacional situó esta vez la mitad del mundo a unos cuantos kilómetros del primer punto. ¿Consecuencia? Una nueva edificación en forma de gigantesco obelisco de 30 metros (justo el que hablábamos antes). Es el epicentro de la Ciudad Mitad del Mundo.

Alrededor hay de todo: desde un planetario a un museo etnográfico de nueve niveles y hasta un mirador que recorre la vida y milagros de Ecuador, incluidas las distintas nacionalidades étnicas que lo componen, su flora y su fauna. Tampoco falta un café dividido por la línea del equinoccio con carta internacional en el hemisferio norte y ecuatoriana cien por cien en el sur. Eso sí, no hay que fiarse demasiado porque las modernas directrices del GPS han vuelto a determinar que, en realidad, el punto medio del planeta está a unos 240 metros al norte. La solución ha sido construir otro museo ahí mismo, el de Inti-Ñan, centrado en esta ocasión en todo lo que tiene que ver con el astro rey y sus circunstancias, con laboratorio solar, reloj solar y un ágora para celebrar los equinoccios y solsticios que haga falta.

| Más información. En la Ciudad Mitad del Mundo. Internet: www.mitaddelmundo.com. Precio de entrada para adultos: tres dólares. Niños: 1,5 dólares. Horario: de lunes a domingo de 9:00 a 18:00 horas.